viernes, 4 de junio de 2010
Alerta por baja en los índices de inseguridad y alza en los de paranoia.
Descubren mediante escuchas telefónicas, cámaras y micrófonos ocultos, lectura de mails privados e implantación de chips, que “la gente está muy paranoica”.
Una investigación histórica, llevada a cabo por la Universidad de Michigan y encargada por un partido político que prefirió no darse a conocer (por humildad), pero muy relacionada con los taxistas, tanto por sus colores como por sus electores, arrojó resultados inéditos y sorprendentes.
“Sentimos que la gente se comenzaba a alejar de preocupaciones prioritarias como el miedo y la inseguridad, por otras nimiedades como sentirse perseguido o con poca libertad, en fin, estupideces lejos de los serios argumentos que nos llevaron y nos mantienen en el poder”, declaró uno de los más importantes voceros de esta agrupación porteña; este dirigente, de doble apellido y escaso pelo, agregó que “había que hacer algo”. Y vaya que se hizo. Una investigación sin precedentes, que incluyó implantes de chips en el cerebro, micrófonos ocultos, seguimiento de mails y redes sociales, persecuciones, cámaras gesell y todo el despliegue de tecnología posible, por fin utilizada para algo relevante. Se eligió un grupo de personas para ser estudiadas, totalmente al azar (políticos opositores, hijos de desaparecidos, piqueteros, estudiantes de la facultad de Ciencias Sociales, delegados gremiales y personas de piel y cabello oscuro). En algunos casos, se les implantó un chip sin que lo supieran, mientras se realizaban su periódico análisis médico laboral, en otros se ingresó a los domicilios mediante engaños, como supuestas encuestas o simplemente se aprovechó cuando el hogar estuviera vacío y se plantaron micrófonos y cámaras ocultas. También existieron valientes informantes que se infiltraron en agrupaciones de izquierda que aportaron datos fundamentales para este estudio. Otra técnica fue poner chips de seguimiento a libros sospechados de subversivos. También se apeló al uso de cámaras ocultas en lugares totalmente casuales como facultades o locales de partidos opositores. Por último, los voluntarios más jóvenes se dedicaron al “espionaje informático”, revisando mails desde los servidores, facebook, blogs, etc. Tampoco faltaron mecanismos más tradicionales, como el empleo de hombres con sobretodo, sombrero y anteojos oscuros, que seguían de cerca a los sujetos investigados. Esta impresionante movilización de recursos, basada en una reasignación de fondos que iban a ser destinados a cuestiones menos vitales, como Salud o Educación, pero afortunadamente fueron rescatados a tiempo para este notable hallazgo, llevó a impactantes conclusiones. En un 93 % de los casos, los sujetos analizados manifestaban sentirse “perseguidos”. Por ejemplo cuando uno de los investigadores, bajo el nickname “Left_man” inquiría por chat en un foro marxista, no era tenido en cuenta o directamente lo daban de baja. Este fue el caso, cuando le comentó a “Kropotkin-83”: - “…che, bna onda ese Bakunin, no? era cmo re pro jaja…”. Y por más esfuerzos que hiciera por mantener el diálogo, como mandar íconos con sonrisas o zumbidos, nadie le respondía y se alertaban entre ellos. Otro analista, infiltrado en una agrupación piquetera, llegó a resultados similares cuando, a pesar de no haber reparado en gastos para comprarse vestimenta adecuada, como remeras del Che marca Levis, con lemas del tipo “Revolution for ever, man!”, o hasta dejarse una prolija barba, nunca logró la confianza de sus compañeros, que, víctimas de un nivel extremo de paranoia, llegaron al punto de propinarle una golpiza. Estas son sólo algunas muestras, pero todos los casos han llegado a resultados decisivos, que demuestran que la gente, se comienza a preocupar por asuntos ínfimos como que los estén observando y se apartan de lo importante que es mantener a raya el flagelo de la inseguridad a toda costa. El líder porteño, hijo de importante empresario, desde el anonimato declaró: “Vamos a seguir vigilando para encontrar la forma de que los vecinos dejen de preocuparse por esa idiotez de la paranoia”.
Libertino Proudhon.
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"Ser gobernado es ser observado, inspeccionado, espiado, dirigido, regimentado, numerado, regulago, registrado, adoctrinado, controlado, revisado, estimado, valuado, censurado, ordenado...por criaturas que no tienen ni el DERECHO ni la SABIDURÍA, ni la VIRTUD para hacerlo". (Pierre J. Proudhon)
ResponderEliminarMUY BUENO...
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