Derribar sueños es hoy el plato del día, lo cotidiano, lo que se sabe fácil, lo que esta de oferta y es más accesible.
Pero ese plato, al asimilarlo pasa a ser parte de nosotros, materia constitutiva de nuestro cuerpo, lo que nos da energía para movernos, actuar y pensar.
¿Cómo despegar al ser de sus deseos?
Al comer ese plato de amarguras, fracasos y resignaciones, ese combustible ya viene gastado, la comida ya esta masticada antes de meterla en la boca, ya digerida, entonces lo que nos debería nutrir las ganas de hacer las cosas mejor, transforma lo posible en un anhelo, por debilidad y falta de argumentos.
La pasión en esta cocina es tan peligrosa como la sal para el hipertenso.
Su exceso puede ocasionar graves daños en el sistema y en una salud deteriorada, por eso hay que tratar de evitarla para tener una vida normal.
El caldo gordo del cocinero es tan gordo, que ya no pasa por el colador, y no se le escapa nada… es tan espeso y denso que nada se separa, es todo una misma cosa contenida con algún que otro grumo que de vez en cuando atraganta y molesta, pero que tragando saliva y tiempo, todo pasa.
¿Hasta cuando durará esta dieta de privaciones que no alivian, de deseos olvidados por falta de ganas, de corazones fatigados por falta de sangre limpia?
Esta dieta de guantes blancos, que nos despoja de la esencia, de los instintos, de alimentarnos de lo que creemos para ser libres, fuertes y soñar por el hecho del SER humano.
Dulcinea Beauvoir
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“La mujer no es nada más que lo que el hombre decide que sea; así se le llama “el sexo” queriendo decir con ello que aparece esencialmente ante el hombre como un ser sexuado: para él, ella es sexo, y lo es de un modo absoluto. Se determina y se diferencia en relación al hombre y no en relación a lo que ella misma es; ella es lo inesencial frente a lo esencial. Él es el sujeto, el absoluto: ella es “lo otro”.”
ResponderEliminar(Simone de Beauvoir, El segundo sexo)
Simone Beavoir escribio sobre la situación de las mujeres a lo largo de la historia y cómo se las ha concebido,como un producto cultural que se definio siempre respecto a algo: como madre, esposa, hija, hermana, y segun cómo han sido educadas y socializadas.... Así propone la tarea de la mujer de reconquistar su identidad.
ResponderEliminarAntes de que comenzara esta nueva batalla que fue el juicio a Quebracho, allá por el 27 de abril, decíamos, este proceso ya tiene una sentencia escrita. Afirmábamos, Ellos (los políticos, los empresarios, los capitales, la corporación justicia) quieren y tienen que condenar a Quebracho. La justicia de clase mostró nuevamente su verdadera cara. Una victoria dentro de una dura batalla. Nos condenaron pero los compañeros siguen en libertad. ¡Carlos Fuentealba presente! ¡Mientras juzgan a Quebracho, Sobisch sigue impune!
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